Las personas más propensas de padecer cálculos renales según las estadísticas son aquellas con hábitos sedentarios o que se exponen a mucho calor. Esta enfermedad es más frecuente en hombres que en mujeres y afecta hasta un 10% de la población adulto joven.
Causas
- Factores genéticos como malformaciones en los riñones.
- Desórdenes alimenticios como el exceso de sal en las comidas, escasa ingesta de líquido y una vida sedentaria.
Síntomas
- Cólico renal uno de los más comunes. Produce un intenso dolor en la zona lumbar que se difunde hasta el abdomen y no se alivia. Muchas veces va acompañado de náuseas, vómitos y sudoración.
- Infecciones urinarias y sangre en la orina.
¿Cómo se diagnóstica los cálculos renales?
Para realizar el diagnóstico lo primero es conocer los antecedentes médicos y sexuales del paciente realiza exámenes físicos, evaluaciones psicosociales y pruebas de laboratorio e imágenes. La forma más certera de diagnóstico para esta enfermedad es mediante algunos exámenes como radiografías, urografías o contraste y ecografías. Éstos permiten determinar el tamaño de las piedras. Posteriormente se analiza su composición y las posibles enfermedades asociadas a su aparición.
¿Si tengo cálculos renales cual sería mi tratamiento?
En las personas con cálculos renales el tratamiento más habitual consiste en:
- Utilizar una adecuada hidratación
- Dieta blanda
- Reposo
- Calmantes para el dolor y algunos relajantes para ayudar a la eliminación espontánea de la o las piedras, mientras su tamaño lo permita.
Si las piedras son muy grandes (mayores a 5 mm), es necesario fragmentarlas mediante el uso de ultrasonido.
¿Cómo prevenir los cálculos renales?
- Ingerir abundantes líquidos
- Una nutrición apropiada
- Realizar ejercicios regularmente, al menos 30 min diarios, disminuyen la posibilidad de formar estas concreciones.
Existen personas que a pesar de estos cuidados pueden continuar formando estas piedras, por lo que es necesario agregar algunos fármacos con los cuales se le “enseña” al riñón a no producirlas más, deteniendo así esta enfermedad.
Conclusiones
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- Diagnóstico y tratamiento correcto en el momento adecuado
- Monitoreo constante
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