El alcohol es una sustancia que puede tener efectos negativos en tu salud, tanto a corto como a largo plazo. El consumo de alcohol puede provocar problemas en el estómago, el hígado, el páncreas, el cerebro, el corazón y otros órganos. Además, el alcohol a tu salud afecta aumentando el riesgo de sufrir cáncer, desnutrición, problemas mentales y otras enfermedades.
¿Cómo te clasificas si bebes alcohol?
El consumo de alcohol se puede clasificar en moderado, excesivo y en atracón, según la cantidad y la frecuencia con que se bebe.
- Consumo moderado: se define como una bebida al día para las mujeres y dos para los hombres. Una bebida equivale a 12 gramos de alcohol puro, que se encuentran en 350 ml de cerveza, 150 ml de vino o 45 ml de licor.
- Consumo excesivo: se define como más de tres bebidas al día para las mujeres y cuatro para los hombres.
- Consumo en atracón: se define como cinco o más bebidas en una ocasión para los hombres y cuatro o más para las mujeres.
El consumo excesivo y en atracón de alcohol puede tener efectos inmediatos en el cuerpo, como alterar el equilibrio, la coordinación, la memoria y la toma de decisiones. Esto puede aumentar el riesgo de sufrir lesiones, accidentes, violencia y comportamientos de riesgo. El consumo crónico de alcohol puede tener efectos a largo plazo en el cuerpo, como dañar el cerebro, el hígado, el corazón y el sistema inmunológico. Esto puede provocar enfermedades como cirrosis, demencia, cardiopatía, VIH/sida y tuberculosis.
Si quieres dejar de beber alcohol, hay algunos consejos prácticos que puedes seguir:
- Reconoce que tienes un problema y busca ayuda profesional. Puedes acudir a tu médico, a un psicólogo, a un grupo de apoyo o a un centro de tratamiento especializado.
- Establece metas claras y realistas. Decide cuánto quieres reducir tu consumo de alcohol, cuándo quieres lograrlo y cómo vas a medir tu progreso.
- Identifica los factores que te impulsan a beber y evítalos o afróntalos de forma positiva. Pueden ser el estrés, la ansiedad, la depresión, la presión social o el aburrimiento.
- Busca alternativas saludables al alcohol. Puedes practicar algún deporte, hobby, actividad social o voluntariado que te haga sentir bien y te distraiga de la tentación de beber.
- Recurre al apoyo de tus familiares y amigos. Comunícales tu decisión de dejar de beber y pídeles que te acompañen, te animen y te ayuden a superar las dificultades.
Dejar de beber alcohol puede ser un proceso difícil, pero también muy beneficioso para tu salud y tu bienestar. Recuerda que no estás solo y que hay muchas personas y recursos que pueden ayudarte a lograrlo. ¡Ánimo y suerte! Tu salud está en tus manos
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